Portal del Ángel

Cortes argentinos importados, sal del Mediterráneo y una parrilla ensamblada por maestros parrilleros argentinos hacen la diferencia en la oferta gastronómica de Portal del Ángel, el concepto que abre sus puertas por primera vez en el año 2000 en carretera a El Salvador, y que luego amplía con una segunda sede en Plaza Fontabella a partir de 2009. 

 La calidad de todos los platillos y la creación de nuevos está a cargo del chef ejecutivo Avelino Figueroa, de nacionalidad argentina.  Las especialidades de la casa son un buen ojo de bife (ribeye steak), que es un chuletón del corazón del lomo bajo, una de las piezas más apreciadas de la parrilla por su ternura y sabor intenso, o un tomahawk, un filete grueso con exquisito sabor por su marmoleo y hueso que le aporta un sabor increíble.Y si de postres se trata, el flan del Ángel es un clásico que se debe probar. 

Pero no solo de carne se trata, El Portal del Ángel también incluye en su menú una variedad de pescados y mariscos frescos nacionales cocinados a fuego lento, todo acompañado de una excelente selección de bebidas originales de diferentes nacionalidades y una amplia carta de vinos. El cierre puede ser un dulce pecado de su carta de postres hechos en casa y un buen café orgánico de finca El Catuai, Santa Elena Barillas (sabor finamente especiado y dulce), empacado especialmente para Portal del Ángel o una amplia variedad de digestivos.

Ambas sedes cuentan con amplio espacio y salones privados que hacen de Portal del Ángel una opción perfecta para cualquier ocasión.