
Hay noches que no se repiten. Y luego están aquellas que redefinen lo que imaginamos como experiencia gastronómica. Así fue Cena de las Estrellas, el encuentro culinario que cerró con broche de oro la jornada de Gastro Cultura 2025, reuniendo en un solo salón a algunos de los nombres más relevantes de la alta cocina mundial, frente a una audiencia privilegiada.
Presentada por BAC e impulsada por Siete Zero A Live Marketing Agency, a través de su plataforma Avant Lifestyle, esta velada fue una muestra clara de que la cocina del futuro no solo se piensa: se vive, se celebra y se comparte con respeto y osadía.
Un cóctel de bienvenida. Un preámbulo de talento.
La noche inició en la terraza del Hotel Real Intercontinental con un cóctel exclusivo a cargo de Marcas Mundiales, acompañado de una propuesta de snacks firmada por grandes referentes de la cocina nacional: Mario Campollo, Diego Telles, Jorge Lamport y los integrantes del Team Bocuse d’Or Guatemala, quienes demostraron que la escena local está más viva que nunca.
La atmósfera era íntima y elegante. Los sabores, atrevidos y memorables. Y esto apenas era el inicio.

Una cena a nueve manos. Un menú a la altura de la historia.
El salón principal recibió a los asistentes con una puesta en escena impecable: mesas vestidas de blanco, música sutil y un menú diseñado por tres figuras clave de la gastronomía contemporánea:
-
Albert Adrià, desde Barcelona, heredero del espíritu de elBulli y creador de Enigma, un laboratorio culinario galardonado con una estrella Michelin.
-
Andoni Luis Aduriz, desde el País Vasco, fundador de Mugaritz (dos estrellas Michelin), reconocido por su enfoque sensorial y filosófico de la cocina.
-
Mirciny Moliviatis, desde Guatemala, embajadora de los sabores del país, apasionada por sus raíces e impulsora de una visión global desde lo local.
El resultado fue una cena de nueve tiempos, donde cada plato fue un manifiesto: reinterpretaciones audaces, ingredientes locales elevados al máximo y técnicas de vanguardia que dialogaron con el territorio. Desde un atún con sal de zompopo, hasta una manzana que sabía a queso, pasando por el evocador txipiron Pelayo, cada platillo fue una historia contada desde la emoción, la técnica y el asombro.

Maridaje de altura. Vinos con narrativa.
La experiencia fue acompañada por una cuidada curaduría de vinos, seleccionados para resaltar la complejidad y armonía de cada creación:
Fillaboa Albariño Coseña, Domaine de La Ville de Colmar Riesling, Carlos Serres Blanco, Las Perdices Pinot Noir, Viña Las Perdices Cosecha Tardía y Valveran, entre otros.
Cada etiqueta, cada copa, fue un diálogo perfecto con la gastronomía que se presentaba en mesa.

Una noche que marca un antes y un después
Cena de las Estrellas no fue solo un evento, fue una declaración de principios. Una muestra de lo que ocurre cuando el talento local y la visión internacional se encuentran en un mismo espacio, sin miedo a desafiar los límites de lo posible.
Gracias al respaldo de marcas como BAC, Toledo, Pollo Rey, Molinos Modernos, Hotel Real Intercontinental, Santa Delfina, Marcas Mundiales, Ricza y Alimentos Excelentes, esta edición quedará grabada en la memoria de quienes la vivieron.
Y si la cocina del mañana se construye hoy, Cena de las Estrellas ya dejó su huella en la historia gastronómica de Guatemala.
