
Hablar de Strathisla es hablar de historia, tradición y saber hacer. Desde sus inicios como una pequeña cervecería hasta convertirse en una de las destilerías más emblemáticas de Escocia, Strathisla ha forjado una trayectoria que combina maestría, paciencia y un profundo respeto por el arte del whisky. Situada en el corazón de Speyside, esta destilería representa el espíritu clásico del single malt escocés, con una identidad que ha sabido perdurar y evolucionar con el paso del tiempo.
Sus sellos distintivos
Pocas destilerías pueden presumir una historia tan longeva como Strathisla. Este legado no solo se refleja en sus muros centenarios, sino también en la calidad y autenticidad de sus destilados. A lo largo de las décadas, ha sido el epicentro de numerosas embotelladas independientes, con nombres como Gordon & MacPhail, Duncan Taylor, Douglas Laing y Signatory Vintage entre sus más recurrentes embotelladores. Algunas de estas ediciones provienen de barricas llenadas en los años 30, una rareza que añade valor y carácter a cada botella.
Pero si algo distingue a Strathisla es su agua. El pozo Fons Bullen, de donde proviene el agua utilizada en la destilería, ofrece un perfil puro, sin presencia de turba, lo que da como resultado un whisky suave y accesible. A esto se suma el diseño de sus alambiques, de forma corta y achatada, que maximizan la exposición al cobre. La malta, en su mayor parte sin turba, y el uso de barricas de roble y jerez completan el proceso, aportando notas profundas y complejas a sus single malts.


Las joyas de la corona
Aunque la mayor parte de la producción de Strathisla se destina a la creación de blends (especialmente Chivas Regal), existe un 10% que se dedica a ediciones single malt. Entre estas joyas se encuentra Strathisla 12 años, un destilado que combina carácter y elegancia. En nariz ofrece notas de caramelo, nuez moscada, frutas secas y un ligero toque de naranja. En boca, se revelan sabores de madera, malta y pasas, que evolucionan hacia pera, manzana y notas de galleta cuando se añade agua. Su final es largo y afrutado.
Por otro lado, está la edición de 40 años embotellada por Gordon & MacPhail, una expresión más clásica y madura. Con aromas de frutas secas, madera de jerez y toffee, su sabor es suave, con notas de regaliz, ralladura de naranja y espresso. Su final medio-largo es cálido y sedoso, ideal para quienes buscan una experiencia de profundidad y equilibrio.
Strathisla 1937 35 Years Old Sherry Wood Connoisseurs Choice
Una verdadera reliquia para los coleccionistas, esta edición destilada en 1937 y embotellada por Gordon & MacPhail en 1970, forma parte de las versiones Connoisseurs Choice. De esta joya existen varias versiones, con diferentes grados de envejecimiento y perfil aromático, pero todas comparten una misma esencia: elegancia, historia y complejidad.
En nariz se aprecian notas de lima, caramelo de naranja, madera encerada, tabaco y cuero, con un fondo de rosas viejas y menta ahumada. En boca, su carácter es ligeramente austero, con resina, miel, albaricoque y notas florales. Tiene un final corto, marcado por hierbas suaves, naranja y un eco de turba que apenas se insinúa.
Strathisla es un emblema de la cultura del whisky, y cada una de sus expresiones invita a descubrir los matices de una historia viva, destilada con pasión y maestría.
