Fermento

Si hay una forma de definir qué es Fermento, esa es ecléctico. Su mezcla de gastronomía sureña estadounidense, italo-francés y asiática son su carta de presentación, aunque, como afirma su chef, Héctor Castro, no está casado con ningún tipo de cocina y, constantemente, experimenta platillos nuevos con ingredientes y técnicas nuevas. 

Y ¿cómo nace Fermento?, el concepto es el resultado de la experiencia y los viajes, que lo llevan a trabajar en yates privados y una isla privada en el Caribe. Luego de cinco años de aventura, regresa a Guatemala y, en marzo de 2019, abre sus puertas Fermento. 

Si se habla del menú, el chef destaca platillos tan variados como los raviolis de calabaza rostizada con mantequilla de salvia;  el filete de róbalo sobre puré de papa, hinojo y sambuca con beurre blanc; o el ribeye servido con dauphinoise de papa y zanahorias glaseadas.  

La hamburguesa precisa una descripción aparte: simple, pero si algo la hace especial es que todo está hecho en casa: el pan, la mayonesa de cebolla caramelizada, la salsa de tomate, el tocino curado y ahumado y la torta 50/50 cerdo y res (con grasa del ribeye).  Otros platillos a destacar son los tacos de tocineta oriental, la decadente terrine de chocolate,  los waffles con pollo frito y los bloody mary con gazpacho de tomates ahumados preparados para los domingos de brunch.  Para acompañar, una pequeña, pero selecta carta de vinos. 

 Todo está cuidado en el ambiente como lo está en la carta, desde el diseño de interiores e iluminación cálida, espacios al aire libre, sus rincones acogedores, hasta la colección de arte privado de artistas nacionales y la selección de la música que ambienta.